Por: Yasohara Aguilar Barbosa
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Muchos hemos escuchado aquella frase que dice: “si la vida te manda limones aprende a hacer limonada”. ¿Qué es lo que significa esta conseja popular? Ante las dificultades que la vida puede llegar a presentar, hay quienes se ahogan en un vaso de agua, mientras que otros enfrentan verdaderos tsunamis y llegan a salir a flote.
Mi abuela solía decir: “no queda de otra más que apechugar”. Nadie está exento de llegar a afrontar situaciones adversas, ya sea de índole económica, de salud, sentimental, pérdida de un ser querido, etc. Poner buena cara ante los tiempos difíciles no es sencillo, es cuestión de actitud y ésta te va a llevar a poner a prueba tus aptitudes o habilidades. Quien se queda sin trabajo, su necesidad lo puede llevar a desarrollar un auto empleo y en muchas ocasiones esta situación lo lleva a descubrir su capacidad emprendedora y a desarrollar grandes empresas.
Saber ver la oportunidad de crecimiento en medio de la tormenta, es tener la confianza y seguridad de que todo es pasajero y las malas rachas no serán eternas. Eso es lo que los psicólogos le llaman “Resilencia”; es decir que es la fuerza interior que una persona tiene para salir a flote de un momento difícil y que lo lleva a mejorar su presente y a construir un futuro prometedor; vamos pues, es la capacidad de enfrentar el dolor para sanar las heridas y dejarlas cicatrizar.