Asunción Nochixtlán, Oaxaca; 28 de marzo – El Poder Judicial de Oaxaca ha implementado las “Ferias Naranjas” como una iniciativa para abordar la violencia contra las mujeres. La licenciada Jessica Betanzos Gutiérrez, del Poder Judicial, explicó que estas ferias, realizadas en el marco del Día Naranja, buscan proporcionar información y servicios a la comunidad, especialmente a las mujeres de todas las edades.
El Día Naranja, que se conmemora cada 25 de mes, es una campaña de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear conciencia y poner fin a la violencia contra las mujeres. Las Ferias Naranjas se alinean con esta iniciativa global, ofreciendo un espacio donde las mujeres pueden acceder a información relevante y servicios de apoyo, como lo fue en el caso de Asunción Nochixtlán el pasado 25 de marzo.
Una característica distintiva de estas ferias es la participación de jueces del Poder Judicial local, quienes imparten charlas sobre violencia familiar. Estas charlas buscan informar y desnormalizar este tipo de violencia, que sigue siendo un problema persistente en la sociedad. La presencia de los jueces en estas ferias refleja una política de justicia cercana a la gente, buscando que los funcionarios judiciales participen activamente en la concientización y educación de la comunidad.
La licenciada Betanzos Gutiérrez destacó la importancia de esta iniciativa, señalando que la función de los jueces no se limita a sus juzgados, sino que también implica educar y concientizar a la sociedad sobre temas cruciales como la violencia de género. La participación de los jueces en las Ferias Naranjas busca construir un puente entre el Poder Judicial y la comunidad, promoviendo la justicia y la igualdad de género.
Las Ferias Naranjas representan un esfuerzo del Poder Judicial de Oaxaca para abordar la violencia contra las mujeres desde una perspectiva integral, combinando la información, los servicios y la educación por lo cual cuentan con un calendario donde la región mixteca tendrá algunas fechas. La iniciativa busca crear un impacto duradero en la comunidad, promoviendo un cambio cultural que contribuya a la erradicación de la violencia de género.