EL CELULAR, LA CAUSA DE ENFERMEDADES EN NIÑOS

    Hace algún tiempo he observado con frecuencia que en reuniones familiares o con amigos en donde asisten niños, que a ellos ya no les causa emoción encontrarse con más niños de su edad para salir a jugar y dejar que los adultos se concentren en su charla y cosas que a ellos no les da interés, he notado que los niños en lugar de socializar con los demás niños lo único que hacen es pedir el celular o si ya cuentan con uno permanecen sentados y tan cautivados por la pantalla que se olvidan de todo lo que hay a su al rededor y dejan de disfrutar esa etapa tan mágica y única que solo se vive una sola vez, a mí me causa mucha nostalgia observar que esto suceda. A lo mejor todo lo que está pasando es por nuestra causa ya que como papás tenemos que salir a trabajar para cubrir los gastos y las necesidades de nuestra familia y que no les falte lo necesario, pero al tratar de solventar esos gastos estamos descuidando a nuestros hijos y los estamos alejando del mundo real por tenerlos en un mundo tecnológico en el cual no solo se distraen sino también se adentran tanto que dejan de poner atención a su entorno. A menudo veo niños pegados a los celulares y tabletas. No veo nada malo en que usen estos equipos, pero que sean por tiempos cortos ya que para un niño el permanecer mucho tiempo frente a una pantalla es dañino para su salud.

    La mitad de los niños de entre uno y dos años ya usan los teléfonos celulares para ver caricaturas. Hasta hace poco, la Academia Norteamericana de Pediatría (APP) recomendaba que no se utilizara ningún dispositivo antes de los dos años, y a partir de esta edad no más de dos horas al día. Sin embargo, recientemente, la APP ha revisado esta recomendación.

    Entre los nuevos consejos, se afirma que los niños menores de dieciocho meses deben evitar el uso de dispositivos, los padres de niños de dieciocho a veinticuatro meses que quieran introducir medios digitales deben elegir programas de alta calidad y mirarlos con sus hijos para ayudarles a comprender lo que ven.

    Para niños de dos a cinco años, se limita el uso del dispositivo a una hora por día de programas de alta calidad y siempre deben estar acompañados de adultos.

    para aquellos niños de más de seis años, aconseja a los padres que pongan límites sobre el tiempo de uso y que se aseguren de que el juego digital no les resta horas de sueño o tiempo para hacer actividad física.

    Existen más riesgos de que un menor este tanto tiempo en un dispositivo ya que están expuestos a sufrir enfermedades aquí unos ejemplos:

    Síndrome del Túnel Carpiano:

    La principal enfermedad que pueden sufrir las personas adictas al chat y a conversar en línea con otras personas. El síndrome del túnel carpiano es una enfermedad que ocurre cuando el nervio que va desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca, causando entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad en la mano afectada.

    Daños en la audición: 

    Si escucha música en unos audífonos a todo volumen, se arriesga a sufrir problemas de audición. El primero y más importante es la hipoacusia (sordera), problemas en el equilibrio (este sentido se encuentra en el oído) y en el corto plazo, náuseas y vómitos.

    Problemas mentales: 

    La tecnología usada en exceso trae importantes consecuencias para la salud. Muchas personas presentan enfermedades como la depresión, el aislamiento social, la ansiedad, la pérdida del placer y el disfrute de las actividades diarias, entre otros problemas psicológicos.

    Sobrepeso y obesidad: 

    Un reciente estudio confirmó que las personas que pasan tanto tiempo frente son más proclive al sedentarismo, y por ende, a padecer sobrepeso y obesidad, enfermedades que derivan en otros problemas como enfermedades en el sistema circulatorio, diabetes, entre otros.

    Daños irreparables en el sistema nervioso: 

    Abusar de la tecnología puede causar daños irreversibles en el sistema nervioso central, ya que los campos electromagnéticos que estas emiten provocan enfermedades relacionadas con este como vértigo, fatiga, trastornos del sueño, pérdida de memoria y desarrollo de tumores cerebrales.

    Enfermedades oculares:

    El síndrome de ojo seco:

    Se refiere a un grupo de enfermedades de la película lagrimal que nos permite tener humedad en el ojo para visualizar bien y se deben a la producción de lágrima o excesiva evaporación de la misma provocada por múltiples factores como por ejemplo: el clima seco en el ambiente, el consumo de tabaco o alcohol, la estancia excesiva en espacios climatizados, o por el simple hecho de ver televisión, cine o leer en exceso y no parpadear.

    Bullet: La película lagrimal es el órgano que permite mantener humectado el ojo

    Se caracteriza por los siguientes síntomas: aparición de irritación o picazón en el ojo o también llamado prurito, quemazón, sensación de cuerpo extraño o visión borrosa intermitente. Y los signos que lo acompañan, que pueden estar o no presentes, son la disminución del tiempo de ruptura del mecanismo lagrimal. Y en casos severos, está asociado a los cambios hormonales o a enfermedades reumatológicas.

    Adicción: 

    La obsesión por la tecnología es una realidad en el mundo moderno. Tanto así ésta ya están catalogada como una enfermedad por los especialistas. Y hay varias: está la nomofobia (miedo a no tener a la mano el celular) la portatilitis (molestias y dolores musculares por usar y cargar portátiles en exceso) la ciberadicción (adicción al internet).

    Otros factores de riesgo psico-sociales

    El doctor José Alfredo Cid, del Centro de Entrenamiento de Educación Especial del Instituto de Sociología y Educación de la Universidad Veracruzana, ubicado en Banderilla, ha estudiado casos de menores de edad “atrapados” por estos nuevos aparatos dentro del programa de Atención al Público “Modificación de la Conducta”.

    Como el caso de un niño que dejó de controlar su esfínter por el uso excesivo de estos aparatos y se orinaba en sus calzoncillos. Al estudiar el caso con la ayuda de la madre, el doctor descubrió que el menor no tenía problemas con su esfínter si no que simple y sencillamente no acudía al baño porque estaba atrapado en el juego de su tableta para ganar “puntos” o completar los “niveles”.

    En otros casos estudiados, advirtió que menores al quedar aferrados a estos aparatos, promovidos por la industria como un producto meramente de entretenimiento más que educativo, los niños dejaban de socializar con sus padres o sus pares, dormían poco, no comían o lo hacían poco y no desarrollan competencias para la vida, como ayudar en el hogar o el aprendizaje de un oficio.

    No permitamos que la tecnología les robe la infancia y mucho menos su salud, estemos más atentos a nuestros hijos y hagamos niños sociables independientes de la tecnología y capaces de razonar y enfrentar su entorno.

     

     

     

     

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