Virginia Woolf

    “Querido:

    Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

    No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros”.

    Después de que Virginia Wolf escribiera estas palabras, llenó de piedras los bolsillos de su abrigo y se lanzó al rio Ouse. Así fue como la escritora terminó con su vida un 28 de marzo de 1941.

    La vida de Virginia se desarrolló en un contexto complicado, perdió a su madre y hermana antes de los 15 años y sufrió abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creció con trastorno bipolar, insomnio, fuertes dolores de cabeza y al final  demencia. También le tocó la Primera y Segunda Guerra Mundial, ella sabía que junto con su esposo de origen judío, estaban en la lista negra de Hitler.

    En esos mismos años era la costumbre que las mujeres, aún de familias ricas y liberales como la de Virginia, no estudiaran la universidad para quedarse en casa al cuidado de sus padres. Fue por eso que la escritora se cuestionó que es lo que necesitaba una mujer para escribir grandes novelas, su respuesta fue: independencia económica y espacio propio, dicho de otro modo, “Una habitación propia”, como se llamó una de sus grandes novelas, en ésta se refleja su evolucionado pensamiento feminista.

    Cornualles es uno de los 47 condados de Inglaterra, ahí es donde Virginia pasaba en familia la mayor parte de los veranos, su casa tenía vista a la playa y “Al faro” como se llamaría otra de sus obras, la portada la ilustró su hermana Vanessa, una de las iniciadoras del impresionismo en Inglaterra. Ambas mujeres desde sus respectivas trincheras fueron constantes en romper con los moldes heredados hasta ese momento.

    “Las olas” otro de sus libros, es como ella misma llamaba a las crisis mentales que sufría muy a menudo por el esfuerzo que le representaba la escritura. Cuando sufría una ola, Virginia llegaba a escuchar voces y alguna vez dijo escuchar a los pájaros cantar en griego. Los médicos incluso le recomendaron dejar de escribir. Por fortuna para el mundo, no les hizo caso.

    Sus trastornos mentales se pueden ver reflejados en sus obras, la idea del suicidio es tema recurrente en ellas, en especial en su obra llamada “La señora Dalloway”

    Virginia Wolf es hoy una de las mujeres ejemplo en el movimiento feminista, formó parte del llamado “Circulo de Bloomsbury” integrado por escritores, poetisas, filósofos y artistas. Las reuniones de este círculo le resultarían en un ideal sobre la igualdad de la mujer frente al hombre, en la aceptación de la homosexualidad, el pacifismo y un gran amor por las distintas manifestaciones de arte.

    “Orlando” es una obra con líneas biográficas, en ella se narra pasajes que tuvo con su amante Vita Sackville-West, hubo escritores que interpretaron esta obra como una enorme y encantadora carta de amor, en el texto se aprecia claramente el cariño y admiración que le tenía Virginia a Vita, así como el mensaje de que el sexo así como los papeles que tienen que asumir cada sexo son completamente ridículos y artificiales. Una obra que en definitiva rompía con las convenciones de sus tiempos.

    La obra de Virginia Woolf en definitiva no sería tan sorprendente aun en nuestra época, sin todas sus dificultades mentales. Nietzsche dijo que “aquéllos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.

    Lisandro Morales Silva

    Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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      Virginia Woolf

      “Querido:

      Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

      No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros”.

      Después de que Virginia Wolf escribiera estas palabras, llenó de piedras los bolsillos de su abrigo y se lanzó al rio Ouse. Así fue como la escritora terminó con su vida un 28 de marzo de 1941.

      La vida de Virginia se desarrolló en un contexto complicado, perdió a su madre y hermana antes de los 15 años y sufrió abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creció con trastorno bipolar, insomnio, fuertes dolores de cabeza y al final  demencia. También le tocó la Primera y Segunda Guerra Mundial, ella sabía que junto con su esposo de origen judío, estaban en la lista negra de Hitler.

      En esos mismos años era la costumbre que las mujeres, aún de familias ricas y liberales como la de Virginia, no estudiaran la universidad para quedarse en casa al cuidado de sus padres. Fue por eso que la escritora se cuestionó que es lo que necesitaba una mujer para escribir grandes novelas, su respuesta fue: independencia económica y espacio propio, dicho de otro modo, “Una habitación propia”, como se llamó una de sus grandes novelas, en ésta se refleja su evolucionado pensamiento feminista.

      Cornualles es uno de los 47 condados de Inglaterra, ahí es donde Virginia pasaba en familia la mayor parte de los veranos, su casa tenía vista a la playa y “Al faro” como se llamaría otra de sus obras, la portada la ilustró su hermana Vanessa, una de las iniciadoras del impresionismo en Inglaterra. Ambas mujeres desde sus respectivas trincheras fueron constantes en romper con los moldes heredados hasta ese momento.

      “Las olas” otro de sus libros, es como ella misma llamaba a las crisis mentales que sufría muy a menudo por el esfuerzo que le representaba la escritura. Cuando sufría una ola, Virginia llegaba a escuchar voces y alguna vez dijo escuchar a los pájaros cantar en griego. Los médicos incluso le recomendaron dejar de escribir. Por fortuna para el mundo, no les hizo caso.

      Sus trastornos mentales se pueden ver reflejados en sus obras, la idea del suicidio es tema recurrente en ellas, en especial en su obra llamada “La señora Dalloway”

      Virginia Wolf es hoy una de las mujeres ejemplo en el movimiento feminista, formó parte del llamado “Circulo de Bloomsbury” integrado por escritores, poetisas, filósofos y artistas. Las reuniones de este círculo le resultarían en un ideal sobre la igualdad de la mujer frente al hombre, en la aceptación de la homosexualidad, el pacifismo y un gran amor por las distintas manifestaciones de arte.

      “Orlando” es una obra con líneas biográficas, en ella se narra pasajes que tuvo con su amante Vita Sackville-West, hubo escritores que interpretaron esta obra como una enorme y encantadora carta de amor, en el texto se aprecia claramente el cariño y admiración que le tenía Virginia a Vita, así como el mensaje de que el sexo así como los papeles que tienen que asumir cada sexo son completamente ridículos y artificiales. Una obra que en definitiva rompía con las convenciones de sus tiempos.

      La obra de Virginia Woolf en definitiva no sería tan sorprendente aun en nuestra época, sin todas sus dificultades mentales. Nietzsche dijo que “aquéllos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.

      Lisandro Morales Silva

      Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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        Virginia Woolf

        “Querido:

        Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

        No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros”.

        Después de que Virginia Wolf escribiera estas palabras, llenó de piedras los bolsillos de su abrigo y se lanzó al rio Ouse. Así fue como la escritora terminó con su vida un 28 de marzo de 1941.

        La vida de Virginia se desarrolló en un contexto complicado, perdió a su madre y hermana antes de los 15 años y sufrió abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creció con trastorno bipolar, insomnio, fuertes dolores de cabeza y al final  demencia. También le tocó la Primera y Segunda Guerra Mundial, ella sabía que junto con su esposo de origen judío, estaban en la lista negra de Hitler.

        En esos mismos años era la costumbre que las mujeres, aún de familias ricas y liberales como la de Virginia, no estudiaran la universidad para quedarse en casa al cuidado de sus padres. Fue por eso que la escritora se cuestionó que es lo que necesitaba una mujer para escribir grandes novelas, su respuesta fue: independencia económica y espacio propio, dicho de otro modo, “Una habitación propia”, como se llamó una de sus grandes novelas, en ésta se refleja su evolucionado pensamiento feminista.

        Cornualles es uno de los 47 condados de Inglaterra, ahí es donde Virginia pasaba en familia la mayor parte de los veranos, su casa tenía vista a la playa y “Al faro” como se llamaría otra de sus obras, la portada la ilustró su hermana Vanessa, una de las iniciadoras del impresionismo en Inglaterra. Ambas mujeres desde sus respectivas trincheras fueron constantes en romper con los moldes heredados hasta ese momento.

        “Las olas” otro de sus libros, es como ella misma llamaba a las crisis mentales que sufría muy a menudo por el esfuerzo que le representaba la escritura. Cuando sufría una ola, Virginia llegaba a escuchar voces y alguna vez dijo escuchar a los pájaros cantar en griego. Los médicos incluso le recomendaron dejar de escribir. Por fortuna para el mundo, no les hizo caso.

        Sus trastornos mentales se pueden ver reflejados en sus obras, la idea del suicidio es tema recurrente en ellas, en especial en su obra llamada “La señora Dalloway”

        Virginia Wolf es hoy una de las mujeres ejemplo en el movimiento feminista, formó parte del llamado “Circulo de Bloomsbury” integrado por escritores, poetisas, filósofos y artistas. Las reuniones de este círculo le resultarían en un ideal sobre la igualdad de la mujer frente al hombre, en la aceptación de la homosexualidad, el pacifismo y un gran amor por las distintas manifestaciones de arte.

        “Orlando” es una obra con líneas biográficas, en ella se narra pasajes que tuvo con su amante Vita Sackville-West, hubo escritores que interpretaron esta obra como una enorme y encantadora carta de amor, en el texto se aprecia claramente el cariño y admiración que le tenía Virginia a Vita, así como el mensaje de que el sexo así como los papeles que tienen que asumir cada sexo son completamente ridículos y artificiales. Una obra que en definitiva rompía con las convenciones de sus tiempos.

        La obra de Virginia Woolf en definitiva no sería tan sorprendente aun en nuestra época, sin todas sus dificultades mentales. Nietzsche dijo que “aquéllos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.

        Lisandro Morales Silva

        Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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          Virginia Woolf

          “Querido:

          Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

          No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros”.

          Después de que Virginia Wolf escribiera estas palabras, llenó de piedras los bolsillos de su abrigo y se lanzó al rio Ouse. Así fue como la escritora terminó con su vida un 28 de marzo de 1941.

          La vida de Virginia se desarrolló en un contexto complicado, perdió a su madre y hermana antes de los 15 años y sufrió abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creció con trastorno bipolar, insomnio, fuertes dolores de cabeza y al final  demencia. También le tocó la Primera y Segunda Guerra Mundial, ella sabía que junto con su esposo de origen judío, estaban en la lista negra de Hitler.

          En esos mismos años era la costumbre que las mujeres, aún de familias ricas y liberales como la de Virginia, no estudiaran la universidad para quedarse en casa al cuidado de sus padres. Fue por eso que la escritora se cuestionó que es lo que necesitaba una mujer para escribir grandes novelas, su respuesta fue: independencia económica y espacio propio, dicho de otro modo, “Una habitación propia”, como se llamó una de sus grandes novelas, en ésta se refleja su evolucionado pensamiento feminista.

          Cornualles es uno de los 47 condados de Inglaterra, ahí es donde Virginia pasaba en familia la mayor parte de los veranos, su casa tenía vista a la playa y “Al faro” como se llamaría otra de sus obras, la portada la ilustró su hermana Vanessa, una de las iniciadoras del impresionismo en Inglaterra. Ambas mujeres desde sus respectivas trincheras fueron constantes en romper con los moldes heredados hasta ese momento.

          “Las olas” otro de sus libros, es como ella misma llamaba a las crisis mentales que sufría muy a menudo por el esfuerzo que le representaba la escritura. Cuando sufría una ola, Virginia llegaba a escuchar voces y alguna vez dijo escuchar a los pájaros cantar en griego. Los médicos incluso le recomendaron dejar de escribir. Por fortuna para el mundo, no les hizo caso.

          Sus trastornos mentales se pueden ver reflejados en sus obras, la idea del suicidio es tema recurrente en ellas, en especial en su obra llamada “La señora Dalloway”

          Virginia Wolf es hoy una de las mujeres ejemplo en el movimiento feminista, formó parte del llamado “Circulo de Bloomsbury” integrado por escritores, poetisas, filósofos y artistas. Las reuniones de este círculo le resultarían en un ideal sobre la igualdad de la mujer frente al hombre, en la aceptación de la homosexualidad, el pacifismo y un gran amor por las distintas manifestaciones de arte.

          “Orlando” es una obra con líneas biográficas, en ella se narra pasajes que tuvo con su amante Vita Sackville-West, hubo escritores que interpretaron esta obra como una enorme y encantadora carta de amor, en el texto se aprecia claramente el cariño y admiración que le tenía Virginia a Vita, así como el mensaje de que el sexo así como los papeles que tienen que asumir cada sexo son completamente ridículos y artificiales. Una obra que en definitiva rompía con las convenciones de sus tiempos.

          La obra de Virginia Woolf en definitiva no sería tan sorprendente aun en nuestra época, sin todas sus dificultades mentales. Nietzsche dijo que “aquéllos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.

          Lisandro Morales Silva

          Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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            Virginia Woolf

            “Querido:

            Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

            No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros”.

            Después de que Virginia Wolf escribiera estas palabras, llenó de piedras los bolsillos de su abrigo y se lanzó al rio Ouse. Así fue como la escritora terminó con su vida un 28 de marzo de 1941.

            La vida de Virginia se desarrolló en un contexto complicado, perdió a su madre y hermana antes de los 15 años y sufrió abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creció con trastorno bipolar, insomnio, fuertes dolores de cabeza y al final  demencia. También le tocó la Primera y Segunda Guerra Mundial, ella sabía que junto con su esposo de origen judío, estaban en la lista negra de Hitler.

            En esos mismos años era la costumbre que las mujeres, aún de familias ricas y liberales como la de Virginia, no estudiaran la universidad para quedarse en casa al cuidado de sus padres. Fue por eso que la escritora se cuestionó que es lo que necesitaba una mujer para escribir grandes novelas, su respuesta fue: independencia económica y espacio propio, dicho de otro modo, “Una habitación propia”, como se llamó una de sus grandes novelas, en ésta se refleja su evolucionado pensamiento feminista.

            Cornualles es uno de los 47 condados de Inglaterra, ahí es donde Virginia pasaba en familia la mayor parte de los veranos, su casa tenía vista a la playa y “Al faro” como se llamaría otra de sus obras, la portada la ilustró su hermana Vanessa, una de las iniciadoras del impresionismo en Inglaterra. Ambas mujeres desde sus respectivas trincheras fueron constantes en romper con los moldes heredados hasta ese momento.

            “Las olas” otro de sus libros, es como ella misma llamaba a las crisis mentales que sufría muy a menudo por el esfuerzo que le representaba la escritura. Cuando sufría una ola, Virginia llegaba a escuchar voces y alguna vez dijo escuchar a los pájaros cantar en griego. Los médicos incluso le recomendaron dejar de escribir. Por fortuna para el mundo, no les hizo caso.

            Sus trastornos mentales se pueden ver reflejados en sus obras, la idea del suicidio es tema recurrente en ellas, en especial en su obra llamada “La señora Dalloway”

            Virginia Wolf es hoy una de las mujeres ejemplo en el movimiento feminista, formó parte del llamado “Circulo de Bloomsbury” integrado por escritores, poetisas, filósofos y artistas. Las reuniones de este círculo le resultarían en un ideal sobre la igualdad de la mujer frente al hombre, en la aceptación de la homosexualidad, el pacifismo y un gran amor por las distintas manifestaciones de arte.

            “Orlando” es una obra con líneas biográficas, en ella se narra pasajes que tuvo con su amante Vita Sackville-West, hubo escritores que interpretaron esta obra como una enorme y encantadora carta de amor, en el texto se aprecia claramente el cariño y admiración que le tenía Virginia a Vita, así como el mensaje de que el sexo así como los papeles que tienen que asumir cada sexo son completamente ridículos y artificiales. Una obra que en definitiva rompía con las convenciones de sus tiempos.

            La obra de Virginia Woolf en definitiva no sería tan sorprendente aun en nuestra época, sin todas sus dificultades mentales. Nietzsche dijo que “aquéllos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.

            Lisandro Morales Silva

            Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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